domingo, 10 de enero de 2016

Zygmunt Bauman: “Las redes sociales son una trampa”

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/30/babelia/1451504427_675885.html
Acaba de cumplir 90 años y de enlazar dos vuelos para llegar desde Inglaterra al debate en que participa en Burgos. Está cansado, lo admite nada más empezar la entrevista, pero se expresa con tanta calma como claridad. Se extiende en cada explicación porque detesta dar respuestas simples a cuestiones complejas. Desde que planteó, en 1999, su idea de la “modernidad líquida” —una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado, en la cual “nuestros acuerdos son temporales, pasajeros, válidos solo hasta nuevo aviso”—, Zygmunt Bauman es una figura de referencia de la sociología. Su denuncia de la desigualdad creciente, su análisis del descrédito de la política o su visión nada idealista de lo que ha traído la revolución digital lo han convertido también en un faro para el movimiento global de los indignados, a pesar de que no duda en señalarles las debilidades.
Este polaco (Poznan, 1925) era niño cuando su familia, judía, escapó del nazismo a la URSS, y en 1968 tuvo que abandonar su propio país, desposeído de su puesto de profesor y expulsado del Partido Comunista en una purga marcada por el antisemitismo tras la guerra árabe-israelí. Renunció a su nacionalidad, emigró a Tel Aviv y se instaló después en la Universidad de Leeds, que ha acogido la mayor parte de su carrera. Su obra, que arranca en los años sesenta, ha sido reconocida con premios como el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades de 2010, junto a su colega Alain Touraine.
Se le considera un pesimista. Su diagnóstico de la realidad en sus últimos libros es sumamente crítico. En ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? (2014) explica el alto precio que se paga hoy por el neoliberalismo triunfal de los ochenta y la “treintena opulenta” que siguió. Su conclusión: que la promesa de que la riqueza de los de arriba se filtraría a los de abajo ha resultado una gran mentira. EnCeguera moral (2015), escrito junto a Leonidas Donskis, alerta de la pérdida del sentido de comunidad en un mundo individualista. En su nuevo ensayo vuelve a las cuatro manos, en diálogo con el sociólogo italiano Carlo Bordoni. Se llama Estado de crisis y trata de arrojar luz sobre un momento histórico de gran incertidumbre. Paidós lo publica en España el día 12.
Bauman vuelve a su hotel junto al filósofo español Javier Gomá, con quien ha debatido en el marco del Foro de la Cultura, un ciclo que celebrará su segunda edición en noviembre y trata de convocar en Burgos a los grandes pensadores mundiales. Él es uno de ellos.
PREGUNTA. Usted ve la desigualdad como una “metástasis”. ¿Está en peligro la democracia?
Ha sido una catástrofe arrastrar la clase media al precariado. El conflicto ya no es entre clases, sino de cada uno con la sociedad”
RESPUESTA. Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. La creencia de que los líderes no solo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces. Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas.
Zygmunt Bauman / SAMUEL SÁNCHEZ
P. El péndulo que describe entre libertad y seguridad ¿hacia qué lado está oscilando?
R. Son dos valores tremendamente difíciles de conciliar. Si tienes más seguridad tienes que renunciar a cierta libertad, si quieres más libertad tienes que renunciar a seguridad. Ese dilema va a continuar para siempre. Hace 40 años creímos que había triunfado la libertad y estábamos en una orgía consumista. Todo parecía posible mediante el crédito: que quieres una casa, un coche… ya lo pagarás después. Ha sido un despertar muy amargo el de 2008, cuando se acabó el crédito fácil. La catástrofe que vino, el colapso social, fue para la clase media, que fue arrastrada rápidamente a lo que llamamosprecariado. La categoría de los que viven en una precariedad continuada: no saber si su empresa se va a fusionar o la va a comprar otra y se van a ir al paro, no saber si lo que ha costado tanto esfuerzo les pertenece... El conflicto, el antagonismo, ya no es entre clases, sino el de cada persona con la sociedad. No es solo una falta de seguridad, también es una falta de libertad.
P. Afirma que la idea del progreso es un mito. Porque en el pasado la gente confiaba en que el futuro sería mejor y ya no.
R. Estamos en un estado de interregno, entre una etapa en que teníamos certezas y otra en que la vieja forma de actuar ya no funciona. No sabemos qué va a reemplazar esto. Las certezas han sido abolidas. No soy capaz de hacer de profeta. Estamos experimentando con nuevas formas de hacer cosas. España ha sido un ejemplo en aquella famosa iniciativa de mayo (el 15-M), en que esa gente tomó las plazas, discutiendo, tratando de sustituir los procedimientos parlamentarios por algún tipo de democracia directa. Eso probó tener una corta vida. Las políticas de austeridad van a continuar, no las podían parar, pero pueden ser relativamente efectivos en introducir nuevas formas de hacer las cosas.
P. Usted sostiene que el movimiento de los indignados “sabe cómo despejar el terreno pero no cómo construir algo sólido”.
R. La gente suspendió sus diferencias por un tiempo en la plaza por un propósito común. Si el propósito es negativo, enfadarse con alguien, hay más altas posibilidades de éxito. En cierto sentido pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son muy potentes y muy breves.
P. Y lamenta que, por su naturaleza “arco iris”, no cabe un liderazgo sólido.
R. Los líderes son tipos duros, que tienen ideas e ideologías, y la visibilidad y la ilusión de unidad desaparecería. Precisamente porque no tienen líderes el movimiento puede sobrevivir. Pero precisamente porque no tienen líderes no pueden convertir su unidad en una acción práctica.
El 15-M, en cierto sentido, pudo ser una explosión de solidaridad, pero las explosiones son potentes y breves"
P. En España las consecuencias del 15-M sí han llegado a la política. Han emergido con fuerza nuevos partidos.
R. El cambio de un partido por otro partido no va a resolver el problema. El problema hoy no es que los partidos sean los equivocados, sino que no controlan los instrumentos. Los problemas de los españoles no están confinados al territorio español, sino al globo. La presunción de que se puede resolver la situación desde dentro es errónea.
P. Usted analiza la crisis del Estado-nación. ¿Qué opina de las aspiraciones independentistas de Cataluña?
R. Pienso que seguimos en los principios de Versalles, cuando se estableció el derecho de cada nación a la autodeterminación. Pero eso hoy es una ficción porque no existen territorios homogéneos. Hoy toda sociedad es una colección de diásporas. La gente se une a una sociedad a la que es leal, y paga impuestos, pero al mismo tiempo no quieren rendir su identidad. La conexión entre lo local y la identidad se ha roto. La situación en Cataluña, como en Escocia o Lombardía, es una contradicción entre la identidad tribal y la ciudadanía de un país. Ellos son europeos, pero no quieren ir a Bruselas vía Madrid, sino desde Barcelona. La misma lógica está emergiendo en casi  todos los países. Seguimos en los principios establecidos al final de la Primera Guerra Mundial, pero ha habido muchos cambios en el mundo.
P. Las redes sociales han cambiado la forma en que la gente protesta, o la exigencia de transparencia. Usted es escéptico sobre ese “activismo de sofá” y subraya que Internet también nos adormece con entretenimiento barato. En vez de un instrumento revolucionario como las ven algunos, ¿las redes son el nuevo opio del pueblo?
R. La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionadas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales. Estas las desarrollas cuando estás en la calle, o vas a tu centro de trabajo, y te encuentras con gente con la que tienes que tener una interacción razonable. Ahí tienes que enfrentarte a las dificultades, involucrarte en un diálogo. El papa Francisco, que es un gran hombre, al ser elegido dio su primera entrevista a Eugenio Scalfari, un periodista italiano que es un autoproclamado ateísta. Fue una señal: el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú. Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.

Estado de crisis. Zygmunt Bauman y Carlo Bordoni. Traducción de Albino Santos Mosquera. Paidós. Barcelona, 2016. 157 págs., 16,95 euros

domingo, 27 de septiembre de 2015

"Un militantismo pseudo-progresista está des-educando a nuestros hijos"

El educador y ensayista francés Marc Le Bris dijo a Infobae que una igualdad mal entendida lleva a negar la selección por el mérito e "impide a los niños correr hacia lo mejor, como los futbolistas hacia el arco"
http://www.infobae.com/2015/04/17/1723066-un-militantismo-pseudo-progresista-esta-des-educando-nuestros-hijos
Marc Le Bris fue formado como maestro en los tiempos rebeldes de Mayo del 68, cuando la consigna por excelencia era "prohibido prohibir" y "abajo la selección". La primera enseñanza que le dieron fue: "Los alumnos tienen más para enseñarnos a nosotros (los maestros) que nosotros a ellos".
Unos pocos años de práctica en el aula le bastaron para darse cuenta del error. Desde entonces, en paralelo a su larga carrera docente –está retirado del cargo de Director de Escuela primaria desde hace dos años- se dedicó a cuestionar todos los derivados de aquella concepción: losmétodos de enseñanza de lectura llamados globales o naturales, la idea de que "el alumno construye su propio saber", la negación de la autoridad docente, la autonomía del niño y una obsesión por los métodos que lleva a desmerecer los contenidos, es decir ni más ni menos el conocimiento.
También denuncia los eufemismos con los que hoy se busca justificar y ocultar el fracasode estas concepciones: la prohibición de la repitencia, la eliminación de las notas porque discriminan, el remplazo de los grados por "ciclos" (para disimular que los niños ya no aprenden a leer y escribir en un año como en la escuela tradicional), la creación de diplomas nuevos de baja calidad para quienes fracasan en la universidad, etcétera.
Salvando las diferencias entre ambos países, Francia y Argentina viven una situación similar: tenían una escuela pública de excelencia que estas concepciones educativas están llevando a una continua degradación. Según la última encuesta PISA (2013), en Francia, 22% de los alumnos de lo que equivaldría a nuestro 1er año de secundaria (es decir de 12 ó 13 años) están en "situación de fracaso grave" y son "incapaces de participar de manera activa y eficaz en la vida social". Y una encuesta del propio gobierno francés constató que 20 por ciento –uno de cada cinco- de los alumnos de 3er año del secundario son "incapaces de darle sentido a una información y de interpretar un texto simple".
Dos de los teóricos responsables de estas concepciones, señalados por Le Bris, son consumidos también entre nosotros: el sociólogo Pierre Bourdieu, ya fallecido, pero siempre leído en nuestras universidades, y el pedagogo Philippe Meirieu quien, pese a los malos resultados de su gestión al frente de los institutos de formación docente de su país, fue recibido en Argentina como portador de una verdad revelada, cuando vino en diciembre de 2013 invitado por Flacso.
Es especialmente interesante escuchar a Le Bris explicar la incidencia de estas visiones en los malos resultados de los alumnos franceses, en momentos en que las autoridades educativas argentinas se disponen a dar un paso más hacia la destrucción de los últimos reductos de excelencia de nuestra educación pública, disminuyendo la exigencia en los colegios secundarios que dependen de la Universidad de Buenos Aires (Nacional, Pellegrini, ILSE), en los que ahora se podrá pasar de año con dos materias sin aprobar, cuando hasta ahora se aceptaba una sola previa. No sólo eso: en el nuevo colegio de la UBA (la recién creada Escuela Técnica Universitaria de Lugano), se sustituyó el examen de ingreso tradicional en estos establecimientos por un sorteo. "El objetivo es lograr inclusión con calidad académica. El acceso no será meritocrático", afirman sin sonrojarse.
Última aclaración, antes de leer lo que sigue: Marc Le Bris, autor entre otros títulos de "Y vuestros hijos no sabrán leer ni sumar", no es de derecha; hijo de militantes comunistas, sus simpatías políticas van más bien hacia la izquierda, lo que no le impide reconocer que ésta suele ser mucho más destructiva –o desconstructiva, para usa la jerga académica de moda- en materia de Educación.
-Usted ubica un punto de inflexión en la educación en Francia hacia fines de los 60, cuando se van gestando estas teorías pedagógicas a las que hoy responsabiliza de la decadencia educativa en su país...
Yo estaba entonces en el instituto de formación de maestros y creí en eso: creí que estábamos salvando a los niños de la zoncera en la cual los mantenía la clase dominante, pero luego la realidad de la práctica.... Mis padres eran maestros, de izquierda, comunistas, y con el b-a = ba, el método Boscher (1), sacaron a los hijos de los campesinos del analfabetismo y los llevaron a integrar las elites.
¿Qué pasó luego?
Esa eficacia de la educación francesa hasta los años 60 fue derribada ideológicamente por gente que era aún más progresista, en el sentido político, eran militantes, algunos sindicatos de izquierda –los partidos de izquierda están muy representados en el ámbito docente- que inventaron o trajeron estos métodos, entre comillas revolucionarios, que iban a salvar a los hijos del proletariado de las garras de la patronal.
¿Qué lo llevó a usted a revisar todo eso?
Tuve que sumergirme en la realidad para ver que eso era totalmente falso, esa descripción era una descripción militante, partidaria, no era una descripción de la realidad. A partir de los años 70 dejamos hacer cosas mucho más peligrosas para la sociedad que aquellas contra las cuales decíamos enfrentarnos; dejamos instalarse la des-culturación. El oficio de maestro era notable en la Francia de aquellos años, pero permitimos que fuese destruida toda la práctica material de la enseñanza que en los tiempos de mis padres estaba en manos de los docentes; todo eso fue descartado, despreciado, dejado de lado, y se perdió un oficio. A los grandes maestros que tenía Francia, grandes profesionales, se los pasó a retiro con tremendo desprecio. La escuela de los años 60 era excelente. El problema que tenemos hoy en Francia es que ya nadie sabe cómohacer y la escuela francesa, después del paso del señor Philippe Meirieu y de Jean Foucambert, defensor del método global de enseñanza de lectura (2), la escuela francesa está en caída libre, luego de haber sido una de las mejores del mundo.
"BOURDIEU DICE QUE LA ESCUELA ESTÁ AL SERVICIO DEL CAPITALISMO, DE LA CLASE DOMINANTE. NO ES CIERTO"
Al revés de lo que sostuvieron muchos teóricos, usted afirma que la escuela francesa tradicional era igualadora...
La escuela pública francesa iba consciente y voluntariamente hacia una finalidad, ejercía su autoridad, era un santuario en el cual los niños podían evolucionar, aparte de sus padres, aparte de la educación familiar. El gran progreso de la escuela se dio a partir de 1880 y 1920. Y en 1950, el hijo de campesino se convierte en subdirector de (la empresa estatal) Electricidad de Francia, y los hijos de obreros se convierten en profesionales, no todos, por supuesto, pero hubo una renovación de las elites, gracias a la escuela pública, es decir, gracias a la elevación de los mejores en base al mérito escolar.
Esa renovación tuvo lugar, contrariamente a lo que fue escrito por sociólogos como Pierre Bourdieu, que dice lo contrario de lo real. Bourdieu dice que la escuela reproduce la estructura social y que está para eso. Que está al servicio del capitalismo, de la clase dominante. Es mentira. Yo tuve compañeros que eran hijos de campesinos bretones y que se convirtieron en grandes ingenieros, en gerentes de grandes empresas francesas. Pero la cosa va más lejos aún. Como el fenómeno en Francia tiene 30 años, ya vemos el resultado: las familias burguesas de izquierda -en Francia la izquierda es muy burguesa-, que son familias letradas, familias de grandes lectores, que creyeron en todas estas teorías y se alegraron por la libertad que se les daba a sus niños, generan hijos iletrados. Es decir, se da el fenómeno contrario a lo hecho por la Tercera República (1870-1940) y en especial después de la Primera Guerra cuando, mediante un gran esfuerzo de la escuela primaria, se alfabetizó, se ilustró a un país entero.Ahora estamos des-ilustrando, mediocrizando a estos hijos de burgueses con los que ahora no sabemos qué hacer.
"QUE UN PAÍS CREE UNA LICENCIATURA DE CLOWN ES EL SÍNTOMA DE UNA GRAVE DECADENCIA"
¿Y qué se hace con ellos?
Bueno, como las verdaderas clases dominantes hoy en Francia son estos burgueses de izquierda, han creado una gran cantidad de diplomas de poco valor para poder diplomar a todos estos malos alumnos. Francia es una productora en gran cantidad de estos pequeños diplomas. Francia resolvió este problema de los hijos de la clase dominante real, es decir, de izquierda, inventando diplomas. Tenemos incluso una Licenciatura en Clown (payaso). Le aseguro que es verdad. Para mí, que un país cree una Licenciatura de Clown es el síntoma de una grave decadencia.
La influencia de algunos de esos autores que usted menciona sigue vigente, incluso fuera de Francia...
Considero que Meirieu, Bourdieu y Foucambert son destructores de sociedad. La escuela del señor Meirieu no hizo un trabajo de exigencia, de rigor, de civilidad, hacia los niños,especialmente los más desfavorecidos, al punto que tenemos en Francia hoy zonas sin ley, zonas de iletrismo. La escuela de Meirieu no hizo su trabajo y es responsable de esta destrucción muy profunda del tejido social que hace que Francia sea un país en decadencia, no sólo escolar, sino moral.
¿De donde viene esta concepción de que el niño construye su propio saber, que el maestro aprende más del niño que viceversa?
¿Cómo hemos llegado a esta negación de lo real?, me pregunto yo. A ser capaces de decir lo contario de la realidad. En la escuela normal de maestros, yo tenía un profesor que nos dijo y nos hizo escribir en nuestra carpeta: "Los alumnos tienen más para enseñarnos a nosotros que nosotros a ellos". Puedo aceptar que, en algún momento, ante un chico que no entendía algo, yo haya aprendido a explicárselo mejor, pero aparte de eso, que dos y dos son cuatro soy yo el que se lo tengo que enseñar a él. Esta forma de hablar al revés, este estilo de poner lo secundario en el lugar de lo principal, se ha convertido en un funcionamiento intelectual: en vez de describir la realidad, hacemos comunicación, comunicamos, decimos cosas lindas.
La otra explicación que encuentro es el trauma de la Segunda Guerra Mundial. Pese a la ilustración, a la ciencia, al progreso, pese a todo eso, fuimos a la barbarie en esos años. Y la peor expresión de esa barbarie fue la selección, por criterios raciales y religiosos. Esa selección es la herida de Occidente.
Entonces, a partir de los años 60, se amalgamó eso con el hecho de poner una buena nota a los buenos alumnos y una mala nota a los malos alumnos. Una de las consignas de Mayo del 68 era "¡Abajo la selección!" La selección fue vista por un lado como la expresión de la barbarie y, por el otro, siguiendo a Bourdieu, como obra de las clases dominantes, más o menos oculta. Para mí es la conjunción de estas dos cosas, las teorías de Bourdieu sobre que la selección es una obra de las clases dominantes que se preservan embruteciendo al pueblo, lo que por otra parte es falso, y el hecho de que queremos ser todos exactamente iguales y así hemos llegado a negar la realidad, a no decir las cosas como son.
"LA ESCUELA DE HOY ES COMO UN EQUIPO DE FÚTBOL QUE TIENE PROHIBIDOS LOS GOLES"
¿Cómo se refleja esta negativa a la selección?
Por ejemplo, si una clase determinada de escuela tiene buenos resultados, o muy buenos resultados, se lo oculta, al punto de que el maestro que trabajó bien no tiene "retorno" para saber cómo va su trabajo. Trabajamos a ciegas los maestros, pero también los niños. Antes le poníamos 10 al alumno que respondía bien a 10 preguntas. Hoy NO le ponemos un 2 al que no sabe nada. No le decimos nada porque no hay que seleccionar. Al chico que no aprendió las tablas de multiplicar no podemos decirle que eso está mal, que es malo para él, malo para su carrera, para su apertura mental; no se le dice nada porque no queremos seleccionar y eso impide a los niños correr hacia lo mejor, como los jugadores de fútbol hacia el arco. La escuela que surge de esto es como un equipo de fútbol que tiene prohibidos los goles. Es un caos. Nos peleamos en la cancha, hacemos otra cosa, ya no sabemos actuar individual ni colectivamente.
En Argentina se ha prohibido recientemente la repitencia entre 1º y 2º grado con el argumento de que los niños necesitan más de un año para aprender a leer y escribir. Pero en la escuela tradicional se aprendía a leer, escribir, sumar y restar en el primer grado, ¿no es cierto?
Sí, es lo normal, incluso muchos aprenden a leer en preescolar. No es difícil aprender a leer. Por poco que al niño se le enseñen unas letras y sílabas, aprenderá a leer. Lo que es difícil es aprender a leer con métodos que no están hechos para eso. Con el método global, entre 4 y 5 niños de cada 10 no saben leer a fin de año. Y con el método alfabético, apenas 2 de cada 100.Me he cansado de pedirle al Ministerio que haga una medición de los resultados al término del primer grado en función del método de lectura utilizado. Basta un año para hacerlo. Pero nunca lo he logrado.
"HAY QUE PARAR CON LAS IDEOLOGÍAS, COMPARAR RESULTADOS, Y LISTO"
Lo que sí hemos logrado en este combate iniciado hace unos quince años, desde que yo empecé a publicar mis críticas, es la libertad pedagógica para que los maestros puedan usar el método que consideren más eficaz, y cada vez son más los que vuelven al alfabético. Las cosas están cambiando, pero no todo lo rápidamente que yo desearía. Ahora bien, cuando la izquierda vuelve al poder, todos los progresos sobre cuestiones de lectura y de eficacia de la enseñanza retroceden. No digo que la derecha haya hecho demasiado en materia educativa, pero la izquierda siempre es catastróficamente desorganizadora en esto, se la pasa reescribiendo los programas, prohibiendo la repitencia, hablan de suprimir las notas, tuvimos 3 ministros en 4 años, no saben para qué lado van...
Hay un momento en que hay que parar las ideologías, porque estos son temas técnicos, hay que hacer lo que funciona, se comparan dos métodos y se ven los resultados, y listo.
Y tengo que seguir reflexionando sobre su pregunta, porque no respondí del todo. ¿Por qué se instaló con tanta fuerza esta negación del rol docente y de la transmisión del saber como función central de la escuela?

Un dictado por día: alarmada por el retraso educativo, Francia vuelve a viejos métodos

En los programas escolares de 2016 se reintroduce también el cálculo mental y la lectura en voz alta, largo tiempo denostados por las "nuevas pedagogías". Siete virtudes de "la dictée"

http://www.infobae.com/2015/09/27/1757751-un-dictado-dia-alarmada-el-retraso-educativo-francia-vuelve-viejos-metodos
El dictado era una tradición en Francia, casi un hobby nacional, al punto que uno de los programas televisivos de mayor audiencia en los años 80-90 consistía en competencias ortográficas a través de dictados...
"El dictado en clase", fotografía de Robert Doisneau
Pero todo eso fue progresivamente dejado de lado en los últimos 30 años, en nombre de teorías pedagógicas que consideran que la corrección ortográfica es un vejamen a la persona, un freno a la creatividad o incluso un atentado contra la libre expresión. Que el silabeo, la memorización y la lectura en voz alta eran antiguallas que debían ser dejadas de lado, no sólo por tediosas y desmovilizadoras, sino también en nombre del dogma que sostiene que el alumno tiene mucho más que enseñarle al maestro que a la inversa...
MARCHA ATRÁS RADICAL, ANTE LA CONSTATACIÓN DE LOS RESULTADOS CATASTRÓFICOS DE LAS NUEVAS PEDAGOGÍAS
Hoy, ante la constatación de los resultados catastróficos producidos por esos cambios y la evidencia de que la pérdida de calidad de la educación parece no tener freno, las autoridades educativas empiezan a apelar a lo que alguna vez colocó a la instrucción pública francesa entre las más eficientes del mundo.
Lo curioso es que, hace pocos meses, la joven ministra socialista de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, había presentado una reforma de los programas escolares de primaria y colegio (hasta los 15 años), que había despertado el rechazo de autoridades educativas, docentes y políticos, por estar basada en el mismo credo pedagógico que tanto daño viene causando. Evidentemente los descontentos fueron oídos, y ahora la ministra, dejando de lado sus veleidades modernizantes, anuncia en cambio que, entre otras cosas, habrá un dictado diario en todas las escuelas.
El dictado, denostado durante muchos años, vuelve a las aulas de Francia
La marcha atrás es radical, respecto de una pedagogía que abominaba de las calificaciones y pruebas –otras tantas fuentes de frustración infantil a evitar, según ciertos expertos-, considerando que un dictado diario equivale en la práctica casi a una evaluación cotidiana del progreso de los alumnos en lengua escrita.
Hace ya décadas que en Francia se vienen escuchando advertencias sobre el pésimo desempeño de los niños en escritura. "El nivel se ha derrumbado en estos últimos treinta años. Pensábamos que la cosa se había estabilizado, pero no ha sido así. Los franceses dominaban el 51% de las reglas gramaticales de base en 2010, hoy ese porcentaje descendió al 45 por ciento. Seis puntos menos en apenas cinco años", dijo el especialista Pascal Hostachy, citado por el diario italiano
"HAY QUE ENSEÑAR DE MODO SISTEMÁTICO LA GRAMÁTICA Y LA ORTOGRAFÍA"
Al hacer el anuncio, la ministra Vallaud-Belkacem dijo que el sistema anunciado "permitirá garantizar una base sólida para todos los estudiantes y esto pasa necesariamente a través de un aprendizaje diario, que incluye un dictado; hoy lo esencial es el dominio de la lengua".
Las reacciones al anuncio van desde el rechazo de algunos sindicatos docentes que adscriben al modernismo pedagógico hasta una cautelosa aprobación por parte de quienes hace tiempo lo cuestionan pero se preguntan si con este anuncio basta para devolverle a la educación francesa su antiguo esplendor.
"Un dictado es sólo una forma de evaluación; hay que enseñar de modo sistemático la gramática y la ortografía", sostiene por ejemplo Jean-Paul Brighelli, maestro y autor de varios ensayos críticos sobre la actual pedagogía.
La ortografía de los estudiantes es desastrosa, constatan en Francia. Y reinstalan el dictado
Convocados por el canal BFM TV para comentar el anuncio, el citado Brighelli y Iannis Roder,profesor de Historia y Geografía en liceos y autor de Pizarrón negro. La derrota de la Escuela, coincidieron en el negro diagnóstico de la situación.
"Si la ministra hoy se siente obligada a decir 'vamos a hacer un dictado', 'vamos a hacer cálculo mental' es porque ya no se hacía y eso es preocupante –dijo Iannis Roder-. En mis clases, en secundario, algunos alumnos padecen de graves problemas de expresión escrita y, apenas se trata de calcular algo, el reflejo es sacar la maquinita. La ortografía de los estudiantes universitarios es desastrosa. Entonces hay que volver a los fundamentos. La constatación en el terreno es alarmante. Si hacer un dictado por día va a bastar, no lo sé. En todo caso no se puede entender el mundo, leer, si no se tienen esas bases".
"LOS ALUMNOS IGNORAN LA ORTOGRAFÍA PORQUE HACE 15 AÑOS QUE NO SE LA ENSEÑA"
Brighelli sostiene que ya está comprobado "científicamente" que para aprender a leer y escribir el método alfa-silábico, el deletreo, es el mejor. "Pero no escuché a la ministra decir que lo va a promover contra el método ideográfico (global) impuesto en nombre de los imperativos ideológicos. Los alumnos ignoran la ortografía porque hace 15 años que no se les enseña", afirma.
"Recuerdo a un inspector que en un curso con alumnos de 13 años, les dijo a los docentes: 'por la ortografía no se preocupen, aprenderán después'. Es aberrante, es delirante", acota Roder.
En la nueva versión de la reforma, se pone el acento en las muchas ocasiones que tendrán los escolares de escribir, al punto que se volverá una práctica diaria. Y se insiste sobre "la regularidad de los ejercicios". Al mejor estilo de la buena vieja escuela....
El dictado fija la ortografía, mejora la atención y entrena en la toma de apuntes
Sin embargo, algunos sindicatos docentes critican lo que consideran una concesión a lo reaccionario, algo contrario a la libertad pedagógica de los docentes, según consigna el diarioLe Monde, citando la crítica de Sébastien Sihr, secretario general del SNUipp-FSU, primer sindicato de maestros primarios: "Se habla de refundación de la escuela y todo se resume en un dictado por día".
Para qué sirve un dictado
Lista –parcial- de algunas de las virtudes de este método.
1-Permite evaluar la ortografía, la fijación y dominio de nuevas reglas
2-Si el dictado no incluye la puntuación, y el alumno debe deducirla, constituye un entrenamiento ideal para conocer la función de la coma, el punto, el punto y coma, etcétera. Entrena el oído en la entonación, de la cual se deduce la puntuación.
3-Mejora la atención, ya que hay que seguir el hilo de de la lectura para poder escribir todo
4-Ayuda a la comprensión de texto, ya que no se puede escribir correctamente lo que no se entiende
5-Ayuda a escribir a un ritmo cada vez más rápido
6-Entrena al futuro estudiante secundario y universitario en la toma de apuntes
7-Es un método de evaluación que le permite al maestro verificar progresos e identificar problemas

viernes, 14 de agosto de 2015

Crear en entornos digitales

Académicos y especialistas en pedagogía debatieron, entre otras cuestiones, sobre la creatividad entendida como un fenómeno grupal que puede ser estimulada dentro de la universidad y que puede potenciarse a partir de las tecnologías informáticas.
http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-279337-2015-08-14.html

“¿Quién no se ha nutrido del mundo?”, se preguntó la ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe y profesora titular de la Facultad de Arquitectura, María de los Angeles González, mientras desarrollaba argumentos para socavar la idea de que la creatividad es un don azarosamente recibido por unos y, por eso, inalcanzable para otros. La creatividad es un fenómeno grupal, situado históricamente, que depende de marcos de referencia y también de las oportunidades y los materiales de los que cada quien dispone. Bajo esta concepción, la creatividad se convierte en una capacidad que puede ser estimulada dentro de la universidad y que, en el marco de los entornos digitales posibilitados por las nuevas tecnologías, adquiere una renovada potencia.
En base a esas y otras premisas discurrieron González; el vicedecano de la FADU, Daniel Capeletti; la directora del Centro de Innovaciones en Tecnología y Pedagogía de la UBA, Carina Lion; y el diseñador gráfico y profesor titular de la FADU Carlos Venancio, integrantes del panel “Desafíos para la enseñanza en el siglo XXI: creatividad y entornos digitales”, organizado en el marco del Programa Universidad de Buenos Aires para el siglo XXI.
“Dejemos de lado que la creatividad es inspiración, aunque puede tenerla. Es un proceso complejísimo de selección y combinación que quiere decir que no es lo mismo para los que nunca vieron un papel japonés o un papel de empapelado para trabajar o para los que siempre trabajaron con una cartulina pistacho o color naranja. La creatividad tiene que ver también con los materiales que se te ofrecen, sean estos materiales de tipo objetuales, materiales nobles, mecánicos, electrónicos, digitales”, sostuvo González, la primera expositora del panel, que tuvo lugar el miércoles por la tarde en el anfiteatro de Uriburu 950.
Del mismo modo que la creatividad no alude a la creación espontánea de un iluminado, tampoco es para González un fenómeno individual. “Es absolutamente grupal porque, aún los más inspirados, que tienen un ego muy grande y creen que la creatividad es un don que recibieron, han tenido algún referente: algún cineasta, algún pintor, han tenido palabras y canciones de cuna y juegos, y han tenido maneras de nutrirse de un mundo”, señaló. La panelista se preguntó cómo sostener la creatividad en la universidad del siglo XXI y, al mismo tiempo, cómo hacer para que los entornos digitales no se cierren sobre ellos mismos, olvidando que también hay otros entornos de otro tipo, “objetuales, sonoros, afectivos, vinculares, sociales, laborales, de medio ambiente”, enumeró.
La académica señaló una serie de “retos” para la universidad del siglo XXI, entre los que se cuenta la necesidad de una “alfabetización múltiple” que no se concentre sólo en lo digital, sino que incluya todos los lenguajes creados por el hombre. Otro reto tiene que ver con “crear un espacio público nuevo, con muchísima relación entre los usuarios”, con conciencia de las diferentes capas de experiencia que le dan forma a la trama de lo público y , a su vez, “que los usuarios no sean consumidores tecnosociales, es decir, técnicos sociales del consumo digital, porque necesitan tener una máquina de sentido, porque necesitan recuperar su identidad, su imaginario, porque necesitan amar, trabajar en ausencia, porque algunas veces necesitan poner el cuerpo, porque necesitan juntarse con otros a hablar alguna vez”. “Los alumnos tienen que llegar a las TIC, pero con todo lo que la cultura les dio durante dos mil años”, resumió González.
El diseñador y profesor Carlos Venancio reflexionó sobre los alcances de los medios digitales que, a su entender, marcan en gran medida los comportamientos sociales. En ese sentido, invitó a los profesores universitarios a atender a tres consideraciones. Por un lado, señaló que la elección de cualquier tecnología implica una postura fuertemente ideológica y tiene una profunda implicancia social. Por otro lado, destacó que los medios tecnológicos son esencialmente efímeros y que por eso si lo que se enseña hoy en la universidad tiene eje en determinado recurso tecnológico puede carecer de valor mañana. “Debemos enseñar adaptabilidad a los recursos y la tecnología es un recurso más”, resumió. Por último, consideró que utilizar los medios digitales “no es solamente parte de una optimización didáctica, ecológica o económica, sino que es esencialmente formar parte de la misma comunidad cultural de nuestros alumnos; es poder hacer contacto, establecer el diálogo”. “No podemos hablar con nuestros alumnos como hace 30 años –continuó–. La elección del canal digital no es una opción, es una necesidad básica.”
A su turno, Carina Lion, directora del Centro de Innovaciones en Tecnología y Pedagogía de la UBA, delineó cuáles son las visiones que se tienen actualmente de la tecnología y destacó aquella visión “ecológica”, tendencialmente dominante, donde se incluye el entorno como parte de la tecnología. “Es entender que los aprendizajes no son solamente formales y transcurren en las instituciones educativas, sino que hay aprendizajes por fuera de esas instituciones, es entender el aula expandida. Esto nosotros siempre lo entendimos, pero no siempre lo incorporamos como propuesta de enseñanza”, señaló. Finalmente, Lion se preguntó cuáles son concretamente los desafíos para el siglo XXI, y ensayó una respuesta: “Estar incómodos –dijo–. Sacarnos los zapatos que usamos, gastados, pensar en qué zapatos queremos usar. Incomodar es una manera de innovar y de pensar que no damos siempre la misma clase, que no usamos siempre el mismo entorno. Eso ya en sí mismo es un proceso creativo.”