miércoles, 24 de abril de 2013

Nuevas tecnologías: cómo están cambiando la forma de aprender

(Clarín: http://www.lanacion.com.ar/1574797-viene-de-tapa-nuevas-tecnologias-como-estan-cambiando-la-forma-de-aprender)

Hace más de 2200 años, el matemático, astrónomo y geógrafo griego Eratóstenes logró calcular las dimensiones de la Tierra con un mínimo error. Para llegar a su resultado se basó en la longitud de la sombra proyectada por una vara el mismo día y a la misma hora en dos ciudades diferentes.
Sin calculadora ni iPad, la mayoría de los "gigantes" que nos precedieron, desde Newton hasta Copérnico o Einstein, no necesitaron mucho más que lápiz y papel para realizar aportes monumentales al conocimiento humano. De allí que muchos se pregunten ahora con inquietud cómo está cambiando nuestra forma de aprende r -y hasta el funcionamiento de nuestros circuitos cerebrales- la ubicuidad de las pantallas portátiles e Internet.
Uno de los que avivaron el fuego de la controversia fue el escritor norteamericano Nicholas Carr. En su libro Superficiales. Qué está haciendo Internet con nuestras mentes, plantea que las nuevas tecnologías conspiran contra nuestra capacidad de concentración, reflexión y contemplación. En otras palabras, que están imprimiendo un cambio mayúsculo en nuestra forma de leer y de pensar, y deteriorando nuestros procesos de razonamiento.
"El tema exige dos niveles de análisis -dice el doctor Ezequiel Gleichgerrcht, investigador en neurociencias de la Fundación del Instituto de Neurología Cognitiva y profesor de la Universidad Favaloro-. Por un lado, el evolutivo, para determinar si el cerebro que nos permitía aprender antes es el mismo que el que nos permitirá aprender con esta revolución tecnológica. Resulta muy fácil pensar que nuestro cerebro cambia porque tenemos nuevas necesidades y que esas necesidades se transforman en deseos tan fuertes que pueden incluso transmitirse a nuestros hijos, así como las jirafas supuestamente deseaban tanto alcanzar las hojas altas de los árboles que generación tras generación iban alargando su cuello. Esto no ocurre: los cambios grandes son azarosos y sobreviven los que mejor se adaptan al ambiente. Cuando como sociedad desarrollamos sistemas de escritura y, por ende, la necesidad de aprender a leer y escribir, aquellos cerebros que tenían más capacidad para adaptarse a esas demandas sobrevivieron y es por eso que encontramos en diversos estudios evidencia de que el cerebro lectoescritor tiene algunas diferencias importantes con el de civilizaciones que no tenían ese sistema de comunicación. Por ejemplo, la introducción de la escritura ya no requería tanta memoria y de hecho se ven diferencias en el hipocampo, un área del cerebro fundamental para la consolidación de nuevos recuerdos."
Para el científico, otro nivel de análisis es el de la adaptación "ontogénica": es decir, la de un individuo a lo largo de su propia vida.
Y como ilustración ofrece un ejemplo experimental. En un estudio de 2009, un equipo de la Universidad de California en Los Ángeles estudió con resonancia magnética funcional a un grupo de personas de entre 55 y 76 años que eran "vírgenes" en el aspecto tecnológico mientras completaban tareas de búsqueda en Internet y leían en una computadora, y los compararon con dos grupos de coetáneos con muy poca y mucha experiencia en Internet.

ACTIVACIÓN CEREBRAL

Los autores demostraron que todos tenían una activación cerebral similar al leer un texto simple, pero cuando se les pedía buscar en Internet, los experimentados tenían una activación mucho más global e intensa de circuitos frontales, occipitales y temporales, específicamente en áreas ligadas con la toma de decisiones, la motivación, la visión y la memoria.
"Claramente -subraya Gleichgerrcht, director del nuevo Instituto de Neurociencias de la Educación de la Fundación Ineco-, el cerebro de estas personas era estructuralmente similar, pero los que tenían experiencia habían encontrado nuevas formas de activación para afrontar el desafío de las nuevas tecnologías."
Experimentos realizados en todo el mundo muestran, sin embargo, que no basta la introducción de computadoras per se para instalar cambios en el aprendizaje. "En muchos de ellos se utilizan juegos para estimular capacidades cognitivas, pero arrojan un éxito moderado -explica el doctor Mariano Sigman, investigador del Conicet y profesor visitante de la Universidad Di Tella-. No existe un casco mágico para aprender sin esfuerzo."
Investigadores del grupo de Sigman, como Andrea Goldin y colegas del Laboratorio de Neurociencia Integrativa de la Universidad de Buenos Aires, entrenaron a chicos de escuelas primarias con juegos de computadora que estimulan la memoria, la capacidad de mantener la atención durante un tiempo prolongado en un mismo problema y la planificación, tres ladrillos básicos del razonamiento humano.
"Incluso con programas de apenas diez minutos diarios durante diez días vimos cambios, pequeños, pero significativos -destaca Sigman-. Las mejoras se traducían en mejoras en otras pruebas de razonamiento y hasta en las notas escolares."
El doctor Antonio Battro, psicólogo e integrante de la Academia Pontificia de Ciencias, es muy entusiasta. Como pionero e impulsor de la introducción de las computadoras en la escuela, sostiene que Piaget no llegó a imaginar que, por el mero hecho de aprender a programar, los niños podrían acceder a las operaciones formales muchos años antes de lo predicho por su teoría de los estadios cognitivos.
Con respecto a si los dispositivos digitales estarían conspirando en contra de la capacidad de atención de grandes y chicos, Battro explica que, de acuerdo con los trabajos de Michael Posner y su escuela, se han identificado circuitos neurales que mantienen el estado de alerta, otros que orientan hacia determinados estímulos sensoriales y finalmente aquellos que son capaces de resolver conflictos, llamados ejecutivos. "La combinación de estas tres redes de control es la que modula la atención durante todo el crecimiento -detalla-. El tema crítico es cómo se pasa del control de padres y maestros al autocontrol de cada individuo."
Según explica Battro, el cerebro humano puede atender varias cosas al mismo tiempo, pero siempre dentro de un sistema dinámico. "La capacidad de concentración depende de múltiples factores biológicos, emocionales, cognitivos, familiares, sociales y culturales -subraya-. Los medios electrónicos exigen tomar decisiones con rapidez; la «opción clic» es fundamental y decisiva para navegar en la Red. Pero saltar de un tema a otro puede tanto estimular la sana curiosidad y la genuina creatividad como esterilizar una búsqueda o un aprendizaje. La pedagogía en la era digital debe profundizar en estas nuevas oportunidades y desafíos que son inéditos en la historia de la educación."
Hay quienes, sin embargo, incluso tomando la presencia de las computadoras y sucedáneos en el medio ambiente infantil como un hecho positivo advierten que no hay que bajar la guardia.

RED ADICTIVA

"El cerebro humano funciona bastante bien en ciertas escalas temporales -explica Sigman-, por eso las escenas de las películas duran siempre más o menos lo mismo (unos 10 segundos). Pero a veces uno entra en ciclos que van mucho más rápido, como los comedores compulsivos. Hay algo en Internet que se asemeja a eso: es adictiva. Entrena y reemplaza al sistema de recompensa en las cosas más primarias. Y al entrar en ese ritmo uno entra en un circuito que no necesariamente funciona bien para la adquisición y consolidación de conocimiento. Son temas que se están empezando a estudiar."
Más adelante, el físico y neurocientífico advierte: "Lo que dice Carr tiene cierto sustento y es razonable. Uno con la computadora «terceriza» cosas que antes hacía por sí mismo. Por ejemplo, los cálculos mentales. Ahora directamente los delegamos en las máquinas, aunque sabemos que no es bueno, porque el cálculo no sólo sirve para calcular, sino que es un modelo de razonamiento. A veces, uno estudia algo en el colegio y diez años después lo olvida, pero no importa: lo importante no es el ejercicio en sí, sino el desarrollo de dominios cognitivos. Hay que tomarlas con cierto cuidado"..

jueves, 18 de abril de 2013

Paulo Freire en tiempos de TIC

Mario Morant y Gerardo Alzamora reflexionan sobre la actualidad del pensamiento de Paulo Freire a propósito del Seminario Latinoamericano “Educación Popular e Integración Regional: Vigencia y Perspectiva del Pensamiento de Paulo Freire” que se llevará a cabo en Sadop el 24 y 25 de abril.
(http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-218191-2013-04-17.html)
Por Mario Morant * y Gerardo Alzamora **

La metodología de Paulo Freire resultó inédita: la enseñanza partía de la propia situación de marginalidad y opresión de los educandos, suponiendo –acertadamente– que si se tomaba conciencia de la situación de explotación que vivían, se alfabetizarían más rápidamente y, sobre todo, eso les ayudaría a enfrentar la opresión de manera más efectiva. Una metodología de enseñanza útil para la alfabetización, y una pedagogía que, como tal, comprendería también una filosofía sobre el ser humano y la sociedad.
Freire fue desarrollando la idea de que el oprimido debía dejar de serlo sin volverse opresor, aunque sí debía recuperar su palabra y dejar de lado la palabra ajena, a la que lo condenaba una enseñanza tradicional vertical de arriba hacia abajo, que suponía que el maestro era el único que sabía y su saber debía ser transmitido o trasplantado al alumno. Llamó a esa enseñanza tradicional “bancaria”, y generó la idea de una enseñanza horizontal, en la que maestro y alumno emprenden la búsqueda de los conocimientos desde los que ya poseen, en forma dialógica, es decir, a través de un diálogo donde se crucen las experiencias de vida de ambos.
En el inicio del siglo XXI no sólo nos encontramos con las dificultades que nos presenta la relación Educación y Comunicación y Escuela-Medios Masivos. También aparece una situación inédita en cuanto al caudal de información que alumnos y maestros conllevan, con la amenaza de una posible renovación de la verticalidad en el proceso de enseñanza, esta vez de abajo hacia arriba, donde las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) transgreden tanto lo metodológico como la “adquisición” de conocimientos.
Sin embargo, tenemos claro que ese torrente informativo carece de una brújula que apunte hacia el crecimiento sensorial-cognitivo de los chicos. Entonces, se vuelve fundamental comprender el espacio mediático y el manejo simbólico que implica, ya no como un obstáculo o antagonista en la labor educacional, sino para fomentar el espíritu crítico de los alumnos. Crítico en cuanto a los contenidos. Crítico en cuanto a las ideas y conocimientos. Crítico en cuanto a la masificación, el consumo y el mercado. Una renovación de la pedagogía de Freire, a la que se la definió como “crítica” porque establecía el hecho de no aceptar mansamente las enseñanzas supuestas, sino analizarlas y diseccionarlas hasta encontrar el verdadero sentido y el fin al que estaban destinadas. Para Freire era esencial al método, que la praxis acompañe a la reflexión. La una sin la otra hace que pierdan sentido las dos. Se trata de construir un mundo, no sólo de pensarlo o actuarlo con espontaneísmo y sin reflexión. En tiempos de hipertextos, Internet y redes sociales, las ideas de Freire continúan vigentes.
En ese sentido, desde el Conacai –Consejo del que Sadop participa como miembro– se establecieron los Criterios de Calidad para Servicios de Comunicación Audiovisual destinados a la Niñez y Adolescencia. Estos apuntan a conocer qué se entiende por “calidad audiovisual” y cuáles son aquellos derechos que deben ser respetados y potenciados por los medios para el desarrollo cultural de los más jóvenes. Con la escuela tratando de lidiar –en desigualdad de condiciones– con la televisión e Internet, entre otros dispositivos mediáticos, resulta vital hacernos cargo de sus influencias en el aprendizaje y en la sociedad. Tenemos que participar y confrontar con un modelo de dependencia cultural, e influir en nuestra sociedad y comunidad educativa, en dirección a construir espacios alternativos de comunicación, canales de distribución y mensajes que nos expresen con identidad propia, en una sociedad más justa. Así, la Pedagogía de la Esperanza de Freire es, más que en el sentido de la espera, en el sentido del Proyecto, y sirve para que los Pueblos Oprimidos generen críticamente una respuesta liberadora y constructora de otra sociedad sin opresores ni oprimidos.
* Secretario de Relaciones Internacionales de Sadop.
** Secretario de Comunicación y Prensa de Sadop.